Oda a Espanya
Escolta,
Espanya, - la veu d'un fill
que et parla
en llengua - no castellana:
parlo en la
llengua - que m'ha donat
la terra
aspra:
en 'questa
llengua - pocs t'han parlat;
en l'altra, massa.
T'han parlat
massa - dels saguntins
i dels que
per la pàtria moren:
les teves
glòries - i els teus records,
records i
glòries - només de morts:
has viscut trista.
Jo vull
parlar-te - molt altrament.
Per què
vessar la sang inútil?
Dins de les
venes - vida és la sang,
vida pels
d'ara - i pels que vindran:
vessada és morta.
Massa
pensaves - en ton honor
i massa poc
en el teu viure:
tràgica
duies - a morts els fills,
te
satisfeies - d'honres mortals,
i eren tes
festes - els funerals,
oh trista Espanya!
Jo he vist
els barcos - marxar replens
dels fills
que duies - a que morissin:
somrients
marxaven - cap a l'atzar;
i tu
cantaves - vora del mar
com una folla.
On són els
barcos. - On són els fills?
Pregunta-ho
al Ponent i a l'ona brava:
tot ho
perderes, - no tens ningú.
Espanya,
Espanya, - retorna en tu,
arrenca el plor de mare!
Salva't,
oh!, salva't - de tant de mal;
que el plo'
et torni feconda, alegre i viva;
pensa en la
vida que tens entorn:
aixeca el
front,
somriu als set colors que hi ha en els núvols.
On ets,
Espanya? - no et veig enlloc.
No sents la
meva veu atronadora?
No entens
aquesta llengua - que et parla entre perills?
Has desaprès
d'entendre an els teus fills?
Adéu, Espanya!
Joan Maragall, 1898
TRADUCCIÓN
Oda a España
Escucha, España, - la voz de un hijo
que te habla en lengua - no castellana:
hablo en la lengua - que me ha dado
la tierra áspera:
en esta lengua - pocos te han hablado;
en la otra, demasiado.
que te habla en lengua - no castellana:
hablo en la lengua - que me ha dado
la tierra áspera:
en esta lengua - pocos te han hablado;
en la otra, demasiado.
Te han hablado demasiado - de los saguntinos
y de los que por la patria mueren:
tus glorias - y tus recuerdos,
recuerdos y glorias - sólo de muertos:
has vivido triste.
y de los que por la patria mueren:
tus glorias - y tus recuerdos,
recuerdos y glorias - sólo de muertos:
has vivido triste.
Yo quiero hablarte - de forma muy distinta.
¿Por qué verter la sangre inútilmente?
En las venas - vida es la sangre,
vida para los de ahora - y para los que vendrán:
vertida está muerta.
¿Por qué verter la sangre inútilmente?
En las venas - vida es la sangre,
vida para los de ahora - y para los que vendrán:
vertida está muerta.
Demasiado pensabas - en tu honor
y demasiado poco en tu vivir:
trágica llevabas - a la muerte a tus hijos,
te satisfacías - de honras mortales,
y eran tus fiestas - los funerales,
¡oh triste España!
y demasiado poco en tu vivir:
trágica llevabas - a la muerte a tus hijos,
te satisfacías - de honras mortales,
y eran tus fiestas - los funerales,
¡oh triste España!
Yo he visto los barcos - partir llenos
de los hijos que llevabas - a que muriesen:
sonrientes marchaban - hacia el azar;
y tú cantabas - cerca del mar
como una loca.
de los hijos que llevabas - a que muriesen:
sonrientes marchaban - hacia el azar;
y tú cantabas - cerca del mar
como una loca.
¿Dónde están los barcos? - ¿Dónde los hijos?
Pregúntaselo al Poniente y a la ola brava:
todo lo perdiste, - no tienes a nadie.
España, España, - vuelve en ti,
arranca el lloro de madre!
Pregúntaselo al Poniente y a la ola brava:
todo lo perdiste, - no tienes a nadie.
España, España, - vuelve en ti,
arranca el lloro de madre!
Sálvate, oh!, sálvate - de tanto daño;
que el llanto te vuelva fecunda, alegre y viva;
piensa en la vida que tienes en derredor:
levanta la frente,
sonríe a los siete colores que hay en las nubes.
que el llanto te vuelva fecunda, alegre y viva;
piensa en la vida que tienes en derredor:
levanta la frente,
sonríe a los siete colores que hay en las nubes.
¿Dónde estás, España? - no te veo en ninguna parte.
¿No oyes mi voz atronadora?
¿No entiendes esta lengua que te habla entre peligros?
¿Has desaprendido a entender a tus hijos?
¡Adiós, España!
¿No oyes mi voz atronadora?
¿No entiendes esta lengua que te habla entre peligros?
¿Has desaprendido a entender a tus hijos?
¡Adiós, España!
Contexto
La pérdida colonial de Puerto Rico, Cuba y Filipinas en 1898 ponía fin a un consenso y a una vertebración de España que había sido cuestionado desde Cataluña, pero también desde sectores intelectuales españoles que criticaban la visión opresora de un estado basado en los recuerdo los éxitos imperiales. Joaquín Costa, Pérez Galdós o Clarín formaban una generación de pensadores que amaban a España y detestaban el españolismo, que pedía una europeización y el abandono de una visión caciquista del estado. En esta línea, Costa pedía "desinflar Sagunto, Numancia y Lepanto" en clara alusión a las historias épicas reivindicadas en pro de una idea de estado.Los intereses mercantiles de Cataluña en las Antillas habían contenido las ansias separatistas iniciadas a finales del siglo XIX. Sin los negocios de ultramar las tensiones autonomistas toman fuerza con una irritación contra Madrid a quien culpan del desastre por su tozudez. Los propietarios catalanes confían en el catalanismo ante los gobiernos de la monarquía, un estado castellano, incompetente y anticuado que se había dejado arrebatar el mercado colonial.
Con la pérdida de las colonias, España pierde su discurso centralista a favor de las sensibilidades centrífugas y sólo le restará el uso de la fuerza para mantener algo que no podía por la vía de "la grandeza de la patria".
Maragall estaba bastante implicado en los círculos
intelectuales y culturales del momento y, aunque no tenía ninguna vinculación
política, usó sus escritos para denunciar situaciones de injusticia. Maragall
expresó en este poema su repudio por la España oficial, una España
subdesarrollada regida por una oligarquía agraria, opuesta al progreso catalán
originado por el catalanismo político.
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