Lope de Vega es otro de los grandes poetas del Barroco. Con frecuencia, la enorme importancia de su teatro silencia injustamente el gran valor de su obra lírica.
El estilo de Lope de Vega es variado; es en general un lenguaje que tiende a la sencillez. Sin embargo, en sus composiciones se observan también rasgos propios del culteranismo y del conceptismo, así como una influencia de la lírica de origen popular.
Lope cultiva diversas formas poéticas: popular y culta.
La poesía de inspiración popular está representada fundamentalmente por sus romances (Romancero Nuevo), que a menudo reflejan su biografía. Sus temas se ajustan a los gustos literarios de la época y con frecuencia recrean el mundo morisco y pastoril.
Su poesía de inspiración culta se expresa generalmente en sonetos.
Las tres grandes obras poéticas de Lope son las siguientes:
Rimas, obra de temática amorosa e inspiración petrarquista.
Rimas sacras, consecuencia de su crisis personal, presenta una inspiración religiosa que contrasta con la orientación profana del resto de su creación literaria. La obra se caracteriza por la variedad temática y métrica.
Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos corresponde a la etapa final de su poesía, en la que muestra un tono antigongorino y desengañado. En ellas, el autor se desdobla en el personaje Tomé de Burguillos, supuesto autor de las composiciones.
TRES SONETOS
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
Ir y quedarse y con quedar partirse,
partir sin alma, e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada, sobre fe, paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma y en la vida infierno.
partir sin alma, e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada, sobre fe, paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma y en la vida infierno.
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
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